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#loca por la #paz

paseanteentraje Vi a un hombre paseando por el bosque en traje y corbata y lo seguí. Pensé  que un golpe de locura le llevaba al buen hombre al barro del camino en zapatos de piel y traje de seda. Luego recapacité, a lo mejor la loca era yo por seguir a un señor en traje y corbata por caminos perdidos: le dejé en paz con su misterio y me retiré a la mía, a mi paz, que recupero paseando cámara en mano, normalmente sin seguir a nadie.

Hay gente que me lee y piensa que sé más que ellos de serenidad, de lucidez, y  que me levanto por las mañanas cantando sabiduría.  En verdad porque  pierdo el equilibrio más que nadie, lo busco con más ahínco. Camino para encontrarlo y escribo como remedio cuando ya no lo tengo, procurando recordar que la paz es un sendero al que hay que echarse, cada día, con lo puesto.

La nana del #agua

IMG_20180116_065304_360 Hay días que solo quiero ser un tronco que el agua se lleva y acuna el azar.
¿Tanto importa dónde nos lleve la corriente?
¿Tanto importa echar raíces o perderlas?
¿Tanto importa tanto pensar? ¿Tanto importa que la deriva azote un rumbo que siempre nos lleva al mar?
Hay días que solo quiero ser un tronco que el agua se lleva y acuna el azar.

#Flotar en silencio. #Flotar en el agua. #Flotar en el tiempo. #Flotar en la nada. #Flotar.

 

La música del #re_nacer

IMG_20180329_093703Hace sólo unos meses que soy árbol y ¡ayer me salió del estómago esta hoja iluminada! Pensé que esto debe ser lo que llaman primavera: el comienzo de algo incluso cuando un día tonto te hable en lenguaje de final.
Decidas o no estar presente en tu vida, la música sigue sonando: nacen notas de los troncos,  las hojas bailan salsa donde violines blancos tocaban Réquiem, una nota renace en un compás soleado.

Decidas o no ser feliz, todo te grita que sacudas del corazón el invierno y  escribas  #comienzo donde antes sentías #final: eso debe ser lo que llaman primavera.

 

 

Mi ribera, la del #Ebro

IMG_20180228_064548_797 Tengo los pies bien anclados en la tierra precisamente porque la mitad de mi tiempo lo paso en la imaginación.

A mitad de semana comienzo a echar de menos  la ribera, por eso, entre problema que surge y solución que encuentro, fabrico con el agua píldoras poéticas que me alimenten. No sé si mi ribera es la más bonita del mundo, pero hace mi vida mucho más bonita: soy de río, mujer árbol.

Se me da bien el día a día porque, cuando no estoy en la guerra, me voy al #Ebro a caminar soñando.

 

Somos los #Reyes de nuestro mundo.

IMG_20180202_063154_647 Por fin encontré mi trono de árbol, hierba y agua, en uno de mis paseos por la ribera. Me senté con dignidad… como si esta silla me hubiese estado esperando desde siempre, y recordé los versos de Henley, Invictus: «soy el maestro de mi destino, el capitán de mi alma». Cada uno de nosotros somos un ecosistema genético único, un pequeño universo que requiere gobernanza e inteligencia para moverse de la mejor manera posible en este viaje. Por ello, todos deberíamos tener un salón del trono desde el que gobernemos nuestro mundo: un lugar donde sentarnos y tomar decisiones, perdonarnos, declarar la guerra a lo que nos hace infelices, abolir preocupaciones tontas, donde retirarnos y ordenar que se alcen los muros que protegen el silencio. Donde ningún enemigo adivine debilidades y repensemos con reposo nuestras fronteras, donde el amor invente excepciones a leyes que la razón escribió. Donde seamos los #Reyes de nuestro Yo.