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Un alma de ojos abiertos.

IMG_20171001_083446_455En otoño, el naranja más bonito nace de la mudanza. Hay belleza en una rama que se quiebra, en caminos que terminan, hojas que caen y en todo lo que se va, vuelva o no en primavera. El cambio es la rutina de todo lo que vive: mejor volar por encima de alegrías y tristezas, mejor no atarse a razones o enfados, mejor ponerle un lazo a las derrotas y cantarle una nana a los adioses. Mejor quedarnos siempre con la belleza que reside en todas las cosas, si aprendemos a mirarlas con un alma de ojos abiertos.

El árbol que eres (verano y siesta)

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Desde que soy árbol, me gusta el verano.
Todo mi verde se lo presto a la pereza, que al mediodía acude al abrazo de mi sombra. Quisiera ser baobab para meteros a todos en mi tronco, soplar un sueñecito risueño, de esos que huelen a juegos e higuera.
Desde que soy árbol, me gusta el verano. Y la siesta.

(Imagen de www.jesustejel.com)

Para volar no necesitas alas.

79833Para volar no necesitas alas.
Se puede volar en el silencio.
En un abrazo inesperado, en el susurro en la nuca que sólo tú has de escuchar.
En aquello que fue, en lo que es, en lo que vendrá.
Se puede volar con amigos, planeando sobre las risas que planean risas.
Se puede volar solo.
Incluso cuando caigas en picado, vuela.
En un paseo, un baile, en el agua.
En un libro y sus mundos posibles.
En esa melodía que te da superpoderes.
Vuela en el escondite que te inventas, en la decisión que tomas, en lo que dejas atrás, en el corte de mangas al mundo, en lo que emprendes, en lo que estás dispuesto a ser. Para volar, !no necesitas alas!
(fotografía de www.jesustejel.com)

El árbol que eres (Otoño)

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Desde que soy árbol, me gusta el otoño. Qué felicidad sacudirme hojas muertas, ideas que ya no valen, y todo aquello que no ha de volver. Que sea la calma la que diga adiós a la locura del verano. Un buen peeling al tronco, yoga con las ramas y estiro bien la copa, arriba y arriba, para que mire con gracia la luz y el cielo. ¡Vuelvo a ser ligero!
Desde que soy árbol, me gusta el otoño.

Besos de azul

20150717_190050Que el mar deje en tu piel besos de yodo.
Que el viento limpie tu horizonte, para que sólo veas el infinito.
Que las olas se lleven todo lo que te ata.
Que la arena juegue contigo, y recuerdes lo que te hace niño.
Que el salitre limpie tu alma de todas las cosas feas.
Que el voy- y- vengo del mar se escuche más que la prisa.
Que hoy, aquí y ahora, la vida te dé todos esos besos guardados para ti, llenos de azul.